LOS SUEÑOS NO DESCANSAN
Una vez más supieron superarse a sí mismos en el marco del desafío 70 kilómetros en 7 días. El duro entrenamiento implicó correr todos los días durante ese lapso de tiempo por distintas superficies, paisajes y con distintas temáticas.
Fue un desafío en equipo, en el que todos empujaron para que sus compañeros superaran ese objetivo que los haría felices.
No faltó el aliento, la mano amiga para empujar y aquel canto arengador para lograr ese kilómetro que faltaba en el reloj.
Pudieron sacar del placard a aquel amigo, familiar o conocido que hace tiempo no corría o caminaba para que se sumara a lograr su objetivo. Semana perfecta, de sacrificio y sudor como le gusta a ellos.