Como todas las mañanas, en el mojón 4.500 de la rambla montevideana, los kilométricos se aprontaban para meterse al agua. Entre boyas, trajes y mucho murmullo matutino llegó Daniel acompañado por un amigo que lo llevó al club. Saludo y choque con puño de por medio todos entraron al agua, nadaron y al salir el profesor les contó a los alumnos que Daniel era no vidente y que se sumaba a las actividades de nado en aguas abiertas. Muchos quedaron atónitos ya que tanto el relacionamiento con su entorno así como su excelente desempeño dentro del agua impidieron percibir su dificultad visual. De esta manera irrumpió “Dani”, como todos lo llaman en KmxKmClub, pisando fuerte y dando lección de que si se quiere, se puede. Pero para sorpresa de todos, su historia recién comenzaba a escribirse en club, porque a los pocos meses sumaria nuevos eslabones a una cadena de logros y satisfacciones.
El sueño de Dani era ser triatleta, y bastó ponerlo oídos de su profesor “Chino” Battaglia para que juntos comenzaran a construir esa realidad. Fue así que se sumó a las actividades de running, funcional y bike. Esto último fue posible luego de un largo periplo con una bici tándem que trajo desde el exterior. Daniel es psicólogo y tiene 38 años. Es padre de dos hijos y esposo. Su vida se divide entre su trabajo, el hogar y los quehaceres que esto implica y hace 11 meses sumó a su agenda entrenar arduamente casi como si no hubiera mañana.
Porque los sueños no descansan, Daniel, se encuentra preparando su primer Ironman 70.3 a realizarse el próximo sábado 26 en Punta del Este.
“La idea de hacer un Ironman fue producto del inconsciencia de mi profesor, que a los dos meses de comenzar a trabajar juntos, todavía sin haber probado una bici tándem ni haber nadado como equipo, llegó a casa y me dijo que quería que juntos hiciéramos historia y fuéramos en el mes de marzo del año al Ironman. Así surgió la idea yo fiel a mi costumbre de decir si a este tipo de cosas le dije si vamos a hacerlo. Ahora estando a unos días y ya inscriptos estoy con mucha confianza de completarlo y hacerlo bien”.
A Daniel siempre le gustó el deporte. Desde niño nadaba, hacia futbol, corría entre otras actividades deportivas. Pero fue a partir de los 15 años que producto del avance de su dificultad visual dejó de realizarla de manera independiente. Pese a esto, le encontró la vuelta y comenzó a hacer musculación en sala de aparatos y a realizar ejercicio funcional.
“En marzo del año
pasado un amigo me invitó al grupo que estaba haciendo nado en aguas abiertas y
resultó ser el grupo de mi entrenador, Mariano “Chino” Battaglia en KmxKmClub.
Luego de los 2 encuentros le comenté de las ganas que tenia de hacer un
triatlón y que era mi sueño. Sin dudarlo
me dijo que él era la recomendación así que comenzamos juntos a trabajar por
los objetivos en abril del año pasado. Estamos
cumpliendo unos 11 meses de trabajo juntos”.
Daniel disfruta del entrenamiento pero también vivencia la exigencia que implica un desafío como el que está a punto de embarcar. “Es una experiencia paradójica. Lo disfruto muchísimo, es una experiencia maravillosa tanto entrenar individualmente con el profesor como con el grupo. Entrenar con el grupo me gusta mucho, me siento cómodo. Cuando digo que es paradójico es porque también son entrenamientos muy exigentes y horarios muy exigentes que hacen que uno a veces piense que estoy haciendo en este momento acá. Hay momentos en los que uno tiene que cruzar una línea de comodidad y algunas barreras que el cuerpo va poniendo. Cuando cuesta es cuando se disfruta un poco más porque se está dando ese momento de avanzar”.
Poner el despertador a las 5 am de la mañana no es tarea fácil para Daniel y más sabiendo que le tocará una rutina dura. Como si fuera poco debe rendir y estar muy despierto para afrontar la jornada. “Los horarios que estoy despertando nunca en mi vida en mis 38 años lo había hecho. Solo en los exámenes para el cual no había estudiado mucho es la razón por la que ponía el despertador a las 5 am”.
Daniel viene de lograr meterse en los podios en las dos primeras carreras de calle que participó. Logró 1er. puesto en San Felipe y Santiago que se realizó en el mes de noviembre del año pasado y en la Doble San Antonio en febrero de este año. “Son muchas emociones las que se sienten al poder ganar una carrera. Es un orgullo poder conseguir esa superación, mezclado con una emoción y ganas de llorar. Es mucho el disfrute y mezcla de sensaciones inexplicables. Cuando pienso en esas dos carreras realmente me cuesta caer y creer que soy yo el que estuvo en esas situaciones porque nunca lo imaginé”
Su familia cumple un rol fundamental para que pueda lograr sus propósitos y levantarse cada mañana, atarse los cordones y salir por sus sueños. “Mi esposa es un pilar central de que yo pueda estar en este proceso de entrenamiento y competición. Es un apoyo diario para esta actividad y otras. Su apoyo y mensajes son siempre para adelante. Mis dos hijos chiquitos me los transmiten con mucha alegría. Van a verme a las carreras como si fuera un juego para ellos verme participar y cuando las termino vienen y tienen sonrisas bien grandes, me abrazan y felicitan. Son de las cosas más emocionantes que he vivido en mi vida. Sus sonrisas son grandes inspiraciones para mí”.
El próximo sábado 26 de marzo, Daniel, irá por uno de sus grandes sueños: completar el Ironman 70.3 que se realizará en Punta del Este pero tiene más metas y ya piensa en lo que viene después. “La idea es hacer dos medias maratones en Montevideo y luego de eso continuar en la preparación para hacer una media maratón de competencia y la maratón de Buenos Aires en octubre. Vamos jugando con la idea y entusiasmándonos con clasificar para competir internacionalmente. Es un gran sueño que tenemos con mi profesor”.
Los sueños no descansan. Es la leyenda que identifica a cada corredor de KmxKmClub. Daniel la vivencia cada día y va por sus metas sin que nada lo detenga. Para el si se quiere, se puede. Ante la pregunta de qué le diría a alguien que dice yo no puedo respondió: “Creo que a esa persona le propondría cambiar la pregunta de si puede o no puede por la pregunta de si quiere o no quiere. Creo que plantearse el poder o no poder hacer algo es plantearse el objetivo final. Si uno quiere es la pregunta clave porque todo lo que haga lo va a hacer desde el disfrute y hará que todas las barreras de lo imposible se muevan. Creo que si uno plantea el poder como objetivo final antes de hacer un proceso, va a estar destinado a frustrarse o caerse en ese proceso”.