Fue exitoso el desafío que los kilométricos tuvieron que afrontar este fin de semana en la cuidad de Minas, Lavalleja, en el marco del doble desafío que implicó entrenamiento en el cerro Arequita durante el día sábado y el domingo la aventura dijo presente en Salto del Penitente.
Acompañados por la cábala que nunca falla, la lluvia, el desafío tuvo otro gustito de exigencia y los valientes supieron no solo superarse a si mismos sino ponerle su cuota de diversión en cada kilómetro.
La primera etapa consistió en un entrenamiento de 2 horas y media donde los relojes de los kilométricos marcaron distintas distancias al finalizar el encuentro.
Trepadas, bajadas, rocas, barro y mucha pero mucha lluvia acompañaron la modalidad de entrenamiento que mezcló disciplinas como trekking, trail y running.
La etapa dos, que se llevó a cabo el domingo, implicó una distancia de 21 a 10 kilómetros por los sinuosos caminos que conducen a Salto del Penitente.
Nuevamente la lluvia, como no podía faltar, acompañó el recorrido con sus bajadas y subidas pronunciadas casi interminables.
Endulzados, no con alfajores sino con la vista que podía contemplarse en el recorrido, esta aventura dejó de cada corredor esa sensación de que este doble desafío fue perfecto y que volverá a repetirse en otro rincón del país.
¡Una nueva aventura pasó pero el próximo desafío ya esta preparado!
¿Estás listo?